¿Cómo enfrentar el Burnout en tiempos de pandemia?: Una conversación necesaria
El 23 de junio se realizó una nueva versión de Diálogos Veterinarios, en esta ocasión, con la colaboración del Consejo Regional Maule, donde se abordó el tema ¿Cómo enfrentar el Burnout en tiempos de pandemia?, con destacados panelistas que analizaron esta condición que afecta frecuentemente a las y los médicos veterinarios, y cuya incidencia tiende a aumentar en el actual contexto sanitario.
El 23 de junio, se desarrolló una nueva versión de Diálogos Veterinarios, encuentro virtual que convocó a destacados profesionales para analizar el tema ¿Cómo enfrentar el Burnout en tiempos de pandemia?
Este conversatorio, organizado en colaboración con el Consejo Regional Maule del Colegio Médico Veterinario, contó con la participación del Psicólogo Clínico Braulio Bruna, Director del Centro de Atención Psicológica CAPS UST; y las Dras. Romy Weinborn, Jefa de Carrera y Académica de la Escuela de Ciencias Agrícolas y Veterinarias de la Universidad Viña del Mar; Andrea Urrutia y Alicia Valdés, Tesorera y Secretaria del Consejo Regional Maule, respectivamente; y del moderador José Pablo de Lasa, Coach en Programación Neurolingüística.
Cabe destacar que el Ps. Bruna y la Dra. Weinborn encabezaron el trabajo de investigación titulado “Prevalencia del Síndrome de Burnout en veterinarios que trabajan en Chile”, publicado en 2019, lo que los transforma en voces más que autorizadas para abordar este delicado tema.
Al inicio de la actividad, el Ps. Bruna comenzó por definir, a grandes rasgos, el fenómeno del burnout, estableciendo que “una de las repercusiones más complejas que tiene este síndrome es que se vuelve un estrés generalizado, que presenta dificultades interpersonales, en la imagen que la persona tiene sobre sí misma y lo más complejo es que puede considerarse como la puerta de entrada a otros trastornos de relevancia clínica, como cuadros de trastornos ansioso-depresivos, cuadros obsesivos, cambios en la personalidad, etc.”.
Adicionalmente, el especialista destacó que “en el caso de las y los médicos veterinarios, las universidades deben hacerse cargo de este tema, teniendo en consideración que, por ejemplo, son los únicos profesionales de la salud autorizados para aplicar eutanasia, es decir, que se encuentra con la muerte de una forma profesional; además de tener que relacionarse con los tutores de mascotas, lo que requiere de habilidades interpersonales y entiendo que en la malla curricular eso no está integrado”.
Por su parte, la Dra. Weinborn, agregó que “efectivamente, la educación emocional es lo que nos falta. En las mallas curriculares de formación en Medicina Veterinaria no existe el ramo de Psicología para el médico veterinario, a diferencia de lo que ocurre en Medicina Humana, donde los cirujanos cursan ramos de psicología, que les permite tomar cierta distancia con sus pacientes, de manera de no sentirse consumidos por las emociones”.
Complementando lo anterior, la Dra. Urrutia dio a conocer su fórmula para evitar que el torrente de emociones derive en un síndrome de burnout: “la función que tenemos como médicos veterinarios que ejercemos en clínica menor, que es mi caso, es de acompañamiento y de aprender a escuchar lo que te dice tu cliente, integrándolo y obteniendo una respuesta que a uno le satisfaga, sin que implique un involucramiento emocional. Te puedes emocionar, pero que esa respuesta sirva para realizar tu trabajo, sin que invada tu vida personal”.
Durante su intervención, la Dra. Valdés describió algunos factores de por qué los médicos veterinarios podrían ser más vulnerables a este síndrome: “la alta competencia para acceder a un buen trabajo con un buen sueldo, estar pagando todavía la carrera, la dificultad de acceder a diplomados o doctorados para especializarse, las interacciones con los dueños de mascotas, que a veces pueden ser difíciles y también el fenómeno de las funas a través de redes sociales que pueden afectar mucha más de lo que se cree”.
A partir del estudio publicado en 2019, la Dra. Weinborn destacó que “determinó que el primer factor de riesgo de la incidencia de burnout en médicos veterinarios es dedicarse a la Clínica Menor y el segundo es ser mujer. Es decir, si eres médico veterinario, quieres dedicarte a la Clínica Menor y eres mujer, es una realidad que debes conocer para estar mejor preparada para enfrentar este riesgo de mejor forma”.
Finalmente, el Ps. Bruna describió algunos síntomas o señales de alarma que nos permitirán darnos cuenta de que es el momento de estar atentos y pedir ayuda: “principalmente, las alteraciones en los ritmos básico vitales, como cambios en las rutinas de sueño o apetito; o si ya no te entusiasman cosas lo que te motivaban antes. Cuando se instala esa sensación de que ya no tienes energía ni ganas de hacer cosas que antes te gustaban, hay que avisar”.
Los invitamos a ingresar a este enlace y revisar la totalidad de este interesante Diálogo Veterinario, que aporta luz sobre el tema del burnout, que puede afectar a las y los médicos veterinarios en algún momento de su desempeño profesional y que puede terminar incidiendo en todas las esferas de su vida personal y familiar.