Conmemoración del 95º aniversario de la primera Escuela de Medicina Veterinaria en Chile
Hoy se celebra un acontecimiento de gran relevancia en la historia de nuestra profesión: la apertura de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Chile, precursora de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET), que marca el inicio de la formación académica en medicina veterinaria en nuestro país.
Cada vez que conmemoramos el aniversario de un acontecimiento, lo que se celebra en realidad es el final de un proceso y el inicio de otro, bajo un nuevo paradigma. Eso es lo que recordamos este 12 de abril: el 95º aniversario de la primera Escuela de Medicina Veterinaria, dependiente de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Chile, fruto de una larga historia de instituciones predecesoras que intentaron formalizar la educación veterinaria en nuestro país.
Los precursores
Como en muchos ámbitos del desarrollo de la ciencia y la academia en Chile, el ejercicio de la medicina veterinaria se debe, en gran medida, a la contratación por parte del Estado de profesores europeos que se asentaron en nuestro país para instruir en temáticas quizás desconocidas, como es el caso de la salud de los animales.
La primera aproximación ocurrió bajo la presidencia de Manuel Bulnes, el 17 de septiembre de 1842, cuando se inaugura la Escuela Práctica de Agricultura, bajo la dirección del agrónomo italiano Luis Sada, considerada como el primer esbozo en educación agropecuaria en nuestro país. Esta institución estaba asentada en la Chacra de la Merced, dando origen a la Quinta Normal.
El profesor Besnard
Continuando con la política de contratar científicos europeos, en 1874 arribó a nuestro país el Dr. Julio Besnard, zootecnista de la Escuela de Lyon, en Francia, quien se encargó de establecer el primer hospital veterinario en la Quinta Normal, de organizar el Jardín Zoológico de Aclimatación en el mismo recinto, de catalogar una extensa lista de enfermedades que afectaban a los animales y de realizar numerosas publicaciones en el ámbito de la zootecnia y la veterinaria. Sin duda, es una figura clave en la historia de la medicina veterinaria chilena.
Junto a él, se sumó la llegada de otros profesores franceses, como Monfallet, Broqcuaire, Lucet y Dehors, quienes aportaron en ámbitos tan importantes como el desarrollo de la bacteriología y de la inspección de carnes.
La influencia germana
Como el Ejército requería de expertos para la atención de salud de la caballería y del ganado mular, se encargó de traer a Chile diversos especialistas alemanes, como los profesores Schwalbe, Schmidt, Redenz, Reff, Deselsky y Skiva, quienes establecieron un verdadero centro de formación veterinaria bajo la institución militar: la Escuela Militar Veterinaria, donde los estudiantes eran considerados cadetes y, después de tres años de estudio, egresaban con el grado de subteniente.
El 10 de noviembre de 1915 se crea la Escuela de Medicina Veterinaria Civil en la Quinta Normal de Agricultura, institución dependiente de la Dirección General de los Servicios Agrícolas y el 20 de noviembre de 1916, durante el gobierno de Juan Luis Sanfuente, se cierra la Escuela Militar de Veterinaria después de 18 años de haber impartido la enseñanza de la medicina veterinaria en el país.
La Medicina Veterinaria ingresa a la universidad
Todos estos antecedentes describen la creciente importancia que la medicina veterinaria tenía en la sociedad chilena. Pero aún faltaba el último paso y el más importante: que ingresara a la Casa de Bello. Es en 1927, bajo la presidencia de Carlos Ibáñez del Campo, que se crea la Facultad de Agronomía y Veterinaria en la Universidad de Chile, siendo rector en ese entonces el profesor Daniel Martner y ministro de Educación, el escritor Eduardo Barrios.
Fue entonces que el 12 de abril de 1928 la nueva Facultad de Agronomía y Veterinaria en la Universidad de Chile abrió sus puertas oficialmente en la Quinta Normal, siendo su primer decano el profesor e ingeniero agrónomo Víctor Valenzuela.
El objetivo de esta nueva facultad era proporcionar educación veterinaria de calidad para mejorar la salud y el bienestar de los animales y la producción de alimentos en Chile. Desde entonces, se ha expandido y ha evolucionado, convirtiéndose en una de las instituciones de educación veterinaria más importantes de Chile y de América Latina. Con el transcurso de los años, han surgido en nuestro país nuevas universidades y facultades que imparten la carrera, pero todas ellas tienen un origen común que las y los médicos veterinarios conmemoramos hoy: la apertura de la Facultad de Agronomía y Veterinaria en la Universidad de Chile.
Conocer la historia de nuestra profesión nos ayuda a saber de dónde venimos, a entender quiénes somos hoy, pero más importante aún, nos permite proyectarnos al futuro, como médicas y médicos veterinarios por Una Sola Salud.